YENDO DE MORÓN AL MUNBA

Visita al Museo Nacional de Bellas Artes

Quería ser una salida de trabajo, con tomas del natural y todo eso pero terminó siendo una aventura más. Todo comenzó apenas subiendo al tren, llevando la torta de Farrell en la mano en un furgón que nos miraba de coté, perdidos en Once sin número del colectivo correcto, bajando en la parada del bondi equivocada, perdiéndonos en el laberinto de pinturas bellas y de las otras del gran museo argentino y admirando las chicas chetas con hurón desparramadas por la Recoleta.


Después dejamos que llegue la noche tirados en el pasto y discutiendo sobre las relaciones peligrosas entre historieta y bellas artes. En fin, todo aquello que hace el vulgar patasucia suburbano en tierras de la élite macrista. Tenemos que salir más chicos.

Abrazo,
Cristian