martes, 30 de julio de 2013

APRENDIENDO A ESCRIBIR

Charla de Guión por Santiago Verón


Cuando uno comienza a dar clases, hay muchas cosas que se esperan de la vocación. Quizá la menos esperada es una que llega con el tiempo y el esfuerzo en común: ese algo que pasa entre docentes y alumnos y que transforma en un animal vivo a eso que llamamos taller, escuela, institución, casa. Así, el sábado que pasó justo en el medio de las vacaciones de invierno Santiago Verón, platense y ex alumno de esta casa, vino a conversar con los chicos del taller de historieta de ese asunto intangible y misterioso que aparentemente es el guión de historietas.

Santiago Verón brillando en su primera experiencia docente.

Hora de la puesta en común. Los más chicos hablan (Juli, Federico), los históricos (Méndez, Franco) atienden.


Teníamos sobrada fe de lo que Santi era capaz de transmitir, pero -tras los entendibles primeros minutos de nervios, clásicos de la primera vez- el platense brilló con su claridad y contundencia en la exposición y capturó la atención de un público heterogéneo (amplío esto más adelante) durante más de cuatro horas. Intensas horas en las que este servidor fue felíz tanto de ver como los chicos se nutrían de conocimiento como de notar que las barreras etarias, de onda, de pensamiento y otras, se borraban por una tarde y animábamos ese animal fabuloso que uno intenta crear cuando funda una escuela.


Arriba: Martín Méndez, Nico Villordo, Santiago Verón, Ari Mirabal, Martín Ferrari, Fede Agustín, Juli Vilella (tapado), Leandro Terrón y Rodrigo Cetera. Atrás: Franco Viglino, Nacho Farrell, Luciano Strika y Santi Farrell. Sentados. Chuky Rossi y Martín Lietti.

Verón puso a disposición de esta gente, gente joven pero que ya es experimentada en realizar sus propias historias, un esquema práctico y aplicable capaz de poner en orden las ideas que se atropellan cada vez que queremos narrar historias. Eso fue lo más hermoso del día, junto con el corazón inteligente de los más chicos, la vuelta cálida de los ex alumnos -estuvieron los históricos martines, Méndez y Lietti-, y todos atendiendo y aportando lúcidamente al complejo entramado de la estructura narrativa historietística. Muchos de estos ex alumnos hoy son ya profesionales y/o docentes; y aquí estaban para aportar lo que saben y también para aprender con la humildad que se pregona en esta casa. Pero esto lo digo sin modestia: ver como los hijos de esta escuela atraviesan el tiempo y la distancia de estos 13 años de vida y se entrelazan alegre y seriamente como cuando los parientes se juntan bajo una parra a cantar y comer, llena de orgullo el pecho de cualquiera. Y paga todos los sinsabores de los que son capaces el metié y el ambiente.

Avanti,
Cristian

No hay comentarios: